Recuerda, se puede vivir bien sin tener mucho dinero.
El dinero es útil, pero no es lo más importante en la vida.
Aprende a decir: a mi ya no me preocupa el dinero.
Trate el tema del dinero con tranquilidad, despéjese, relájese….
No le preocupe gastar dinero si tiene la necesidad de comprar algo.

La adicción a cualquier imagen preconcebida de inteligencia repele (Evita) la manifestación de esa imagen en la realidad.
Nuestras adiciones son nuestro peor enemigo, nos esclavizan con cadenas que nosotros mismos fabricamos.
Los adictos viven en el exceso al límite, al no ser capaces de acavar las cosas
Coleccionan asuntos pendientes.

No hay nada que enganche tanto como el dinero.
Tener mil millones de dólares en el banco pero no tener la experiencia de estar despreocupado y haber acudido a la llamada de la caridad, es ser pobre.
Debe transcender su adicción a una preferencia.
La vida no es sólo que te toquen buenas cartas; a veces hay que jugar una buena partida con cartas malas.
Una adicción ofrece esclavitud, una preferencia ofrece libertad.
Cuando uno se olvida de sus deseos, llegan los frutos.